Con tantos folios albos y el mundo luchando por la inmortalidad de su carne, con tantos renglones vacios y la vida tan apresurada por contar su marcha desbocada. Que desperdicio. Como si la carne tuviera tantas virtudes como para ser una mancha indeleble en la eternidad, como si el alma, aprisionada por los placeres de la carne, pudiera abstenerse de tomar una pluma e impregnar el papel con su esencia ¿no es esa la inmortalidad que buscamos? ¿Acaso no es el alma inmortal como pensamos?
Tal parece que la vida fugaz y su estado perecedero han vuelto al mundo un paraíso de desquiciados vampiros, que encontraron en la linfa el sosiego de su existencia y postergaron la comunión de la tinta con todo aquello que le sirviere como objeto de manifiesto.
Más aun, en contados pactos, la lluvia y el crepúsculo han sido narrados, así como la ciudad, el campo y un par de amores negados, así se ha custodiado nuestro legado y alguna parte remota de nuestra inmortalidad. Existen quienes se han decidido a engullir la presión en la abertura de su vientre, causada por los gritos ahogados del alma esclava, dejándolo latente con el movimiento desaforado de su zarpa en folios de letras y odas.
Es por eso que así como la búsqueda incesante de la inmortalidad ha devastado el alma del mundo… la osadía de quienes retaron la desidia de su perpetuación logro vencer la muerte.
Solo si la muerte conociera su fracasado. Solo si el mundo supiera donde hallar el flanco…
Pd: Feliz cumpleaños Sententia, espero terminar mi testamento en tu abrigo, caminar por tus paginas para dejar mi vida en constancia… ¡Gracias!
Ricardo Contreras García