La sociedad y las formas de relacionarse en ella han variado considerablemente debido a las nuevas formas de socialización, la tecnología y la percepción del mismo ser humano. La tolerancia constituye una de las cualidades o virtudes que los hombres han desarrollado para entenderse unos a otros. En la actualidad las relaciones sexuales-afectivas entre personas del mismo sexo, empieza a ser más aceptada como una de esas nuevas formas de relacionarse (aunque en verdad no es nueva y genera mucha polémica)
Esta demostrado que la homosexualidad no es una enfermedad ni una desviación o aberración, es simplemente una preferencia afectivo-sexual por una persona de igual sexo. Por tanto la homosexualidad como tendencia sexual, no debe afectar la forma como vemos o tratamos a los demás.
Estas prácticas sexuales se pueden remontar, hasta donde es documentado, a la antigüedad en donde los griegos y orientales además de sus esposas, veían en los hombres (principalmente) atletas o actores de teatro, la perfección del cuerpo humano alcanzando el mayor placer con ellos. No era mal visto ni criticado, ya que constituía una forma normal de relacionarse.
Con la llegada de la edad media muchos de los usos, practicas y costumbres fueron rechazados, perseguidos y condenados por la institución mas poderosa de ese tiempo, la iglesia católica. Pero con el florecimiento de la ilustración y la revolución industrial hubo grandes cambios, sin embargo ciertas estructuras mentales permanecían condenando la homosexualidad como delito siendo victima de esto el mismo Oscar Wilde(nació en Dublín (Irlanda),escritor conocido fundamentalmente por sus obras de teatro de carácter irónico para adultos, como El abanico de Lady Windermere (1892) o La importancia de llamarse Ernesto (1895), también publicó una novela de terror, titulada El retrato de Dorian Gray (1891), murió en París, en 1900.). No obstante muchos de los grandes gobernantes, filósofos, artistas e intelectuales de la antigüedad y la actualidad eran gay (termino anglo muy utilizado en nuestro medio), ya fuera en alto secreto, secretos a voces o abiertamente.
Nosotros las personas libre pensantes debemos entender y en la medida de lo posible, hacer entender que una preferencia sexual no determina la calidad humana, los valores y cualidades de una persona. Las personas valen por lo que son: amables, tiernas, bondadosas, etc. No con esto quiero decir que todos los homosexuales son buenos, ni respetuosos con los otros, ya que existen algunos que, como todos tenemos, defectos.
Es totalmente valido que tengamos puntos a favor y en contra de un tema o hecho especifico, sin embargo, es importante conocer antes de criticar. Hay que tratar a las personas por lo que son y no por quien se enamoran o quieren.
En conclusión la homosexualidad es una tendencia sexual que existe desde hace mucho tiempo y no era mal vista. Nosotros los seres humanos en la actualidad tratamos de imponer barreras o juzgar a los demás, pero no somos los más indicados para señalar a otros. Por otra parte existen muchos derechos que tenemos las personas, por ejemplo la libre expresión, que no deben ser violados, y el hecho de permitirle a esas personas ser felices no significa que también vamos a ser homosexuales; y al considerarnos tan buenas personas y verdaderos modelos a seguir en la sociedad, nuestros valores y ética nos deben permitir aceptar a los demás tal y como son con sus cualidades y defectos y no tratarlas y verlas de manera diferente.
VANESSA BATISTA MUÑOZ
Esta demostrado que la homosexualidad no es una enfermedad ni una desviación o aberración, es simplemente una preferencia afectivo-sexual por una persona de igual sexo. Por tanto la homosexualidad como tendencia sexual, no debe afectar la forma como vemos o tratamos a los demás.
Estas prácticas sexuales se pueden remontar, hasta donde es documentado, a la antigüedad en donde los griegos y orientales además de sus esposas, veían en los hombres (principalmente) atletas o actores de teatro, la perfección del cuerpo humano alcanzando el mayor placer con ellos. No era mal visto ni criticado, ya que constituía una forma normal de relacionarse.
Con la llegada de la edad media muchos de los usos, practicas y costumbres fueron rechazados, perseguidos y condenados por la institución mas poderosa de ese tiempo, la iglesia católica. Pero con el florecimiento de la ilustración y la revolución industrial hubo grandes cambios, sin embargo ciertas estructuras mentales permanecían condenando la homosexualidad como delito siendo victima de esto el mismo Oscar Wilde(nació en Dublín (Irlanda),escritor conocido fundamentalmente por sus obras de teatro de carácter irónico para adultos, como El abanico de Lady Windermere (1892) o La importancia de llamarse Ernesto (1895), también publicó una novela de terror, titulada El retrato de Dorian Gray (1891), murió en París, en 1900.). No obstante muchos de los grandes gobernantes, filósofos, artistas e intelectuales de la antigüedad y la actualidad eran gay (termino anglo muy utilizado en nuestro medio), ya fuera en alto secreto, secretos a voces o abiertamente.
Nosotros las personas libre pensantes debemos entender y en la medida de lo posible, hacer entender que una preferencia sexual no determina la calidad humana, los valores y cualidades de una persona. Las personas valen por lo que son: amables, tiernas, bondadosas, etc. No con esto quiero decir que todos los homosexuales son buenos, ni respetuosos con los otros, ya que existen algunos que, como todos tenemos, defectos.
Es totalmente valido que tengamos puntos a favor y en contra de un tema o hecho especifico, sin embargo, es importante conocer antes de criticar. Hay que tratar a las personas por lo que son y no por quien se enamoran o quieren.
En conclusión la homosexualidad es una tendencia sexual que existe desde hace mucho tiempo y no era mal vista. Nosotros los seres humanos en la actualidad tratamos de imponer barreras o juzgar a los demás, pero no somos los más indicados para señalar a otros. Por otra parte existen muchos derechos que tenemos las personas, por ejemplo la libre expresión, que no deben ser violados, y el hecho de permitirle a esas personas ser felices no significa que también vamos a ser homosexuales; y al considerarnos tan buenas personas y verdaderos modelos a seguir en la sociedad, nuestros valores y ética nos deben permitir aceptar a los demás tal y como son con sus cualidades y defectos y no tratarlas y verlas de manera diferente.
VANESSA BATISTA MUÑOZ
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