" el tiempo se ha hecho nada, mi voz se ha ido... tu presencia sigue aqui dentro"
El viento suele avisarme que la tarde esta cayendo, que han pasado demasiadas horas. El paisaje esta totalmente igual, como si una acuarela se hubiese deslizado suavemente sobre el oleo, su imagen sigue allí… como la mejor de las pinturas.
Camino lentamente rebuscando en mi memoria, entre tantos momentos que ya fueron, la palabra que nunca dije… la que nunca escuchaste. La hierba es mas verde, mis pasos más pesados, estoy más viejo. Esa es la verdad. Me he hecho más senil, mas pausado, más monótono…siempre al lado de aquel almendro, hasta que el viento me llame a la verdad.
La casa esta algo amarilla, las flores ya marchitas. La cama sigue tendida de tu lado… pero lo único que queda de ti, es tu aroma… el resto el fuego lo calcino. Era lo mejor. La vida sin ti, ya es dura y si no te tengo tampoco quiero tener nada más.
Ya no lloro, creo que no tengo ganas. Cierro los ojos y sonrío, ahora todo me produce tranquilidad. Vivo en un letargo, en lontananza… deseo encontrarte pronto, como en mis sueños, como te encontré aquel día de de junio.
He llegado a la puerta y la luna ya me mira. Mi sombra se posa sobre los escalones que ya he subido para estar donde estoy. Giro la llave, entro de golpe y quedo de cara con el vacio del que un día fue mi hogar.
En el sillón miro por la ventana, y pienso que te llevare mañana: tal vez margaritas, rosas o claveles, ¿Dónde los encontraré? Siempre pienso en lo mismo, pregunto lo mismo. Antes de dormir deseo una cosa… que mañana no amanezca para mi, no en este mundo, no en esta realidad. Que sea a tu lado.
Pero se que despertaré, que no estarás y que caminaré hasta encontrar tus flores… luego, llegaré a tu lado. Allí estarás fría, impávida, somnolienta como has estado desde hace 10 años. En tu cama de tierra, hierbas y gusanos me sentaré, bajo la sombra del almendro, y te contaré alguna historia y cubriré tu rostro con las flores. Será así, tú también lo sabes… en la lejanía de nuestras miradas, lo sabes y solo callas.
El viento suele avisarme que la tarde esta cayendo, que han pasado demasiadas horas. El paisaje esta totalmente igual, como si una acuarela se hubiese deslizado suavemente sobre el oleo, su imagen sigue allí… como la mejor de las pinturas.
Camino lentamente rebuscando en mi memoria, entre tantos momentos que ya fueron, la palabra que nunca dije… la que nunca escuchaste. La hierba es mas verde, mis pasos más pesados, estoy más viejo. Esa es la verdad. Me he hecho más senil, mas pausado, más monótono…siempre al lado de aquel almendro, hasta que el viento me llame a la verdad.
La casa esta algo amarilla, las flores ya marchitas. La cama sigue tendida de tu lado… pero lo único que queda de ti, es tu aroma… el resto el fuego lo calcino. Era lo mejor. La vida sin ti, ya es dura y si no te tengo tampoco quiero tener nada más.
Ya no lloro, creo que no tengo ganas. Cierro los ojos y sonrío, ahora todo me produce tranquilidad. Vivo en un letargo, en lontananza… deseo encontrarte pronto, como en mis sueños, como te encontré aquel día de de junio.
He llegado a la puerta y la luna ya me mira. Mi sombra se posa sobre los escalones que ya he subido para estar donde estoy. Giro la llave, entro de golpe y quedo de cara con el vacio del que un día fue mi hogar.
En el sillón miro por la ventana, y pienso que te llevare mañana: tal vez margaritas, rosas o claveles, ¿Dónde los encontraré? Siempre pienso en lo mismo, pregunto lo mismo. Antes de dormir deseo una cosa… que mañana no amanezca para mi, no en este mundo, no en esta realidad. Que sea a tu lado.
Pero se que despertaré, que no estarás y que caminaré hasta encontrar tus flores… luego, llegaré a tu lado. Allí estarás fría, impávida, somnolienta como has estado desde hace 10 años. En tu cama de tierra, hierbas y gusanos me sentaré, bajo la sombra del almendro, y te contaré alguna historia y cubriré tu rostro con las flores. Será así, tú también lo sabes… en la lejanía de nuestras miradas, lo sabes y solo callas.
por: julio cesar
2 de enero de 2009, 14:47
Buen escrito, me gusto mucho, pero hay algo que no entiendo; lo escribes con tanta pasion como si ya te hubiese sucedido; tal vez eso es lo que te hace tan buen escritor, o es tal vez que ya te sucedio...en fin.