Cuando creí tenerte por fin,

Me recordaste que nunca te he tenido,

Que soy solo por momentos el amor que mas amas

Por momentos, la persona dueña de tu tiempo.

Me tomò pocos instantes, ocultar ese gesto lastimero que surge siempre

Cuando te descubro en la lejanía en compañía de alguien más.

Es que dices ser feliz a su lado y eres feliz conmigo,

Mientras, la banca de mi lado sigue con un puesto libre,

Es una banca para dos, solo para dos.

Cae nuevamente la serena lluvia,

Sin ningún deseo de ser dañina,

Cae suave y delicada,

Y con cada gota, un hueco queda en la desmejorada piel.

Siguen en tanto, los besos pasionales

Que tiene mucho de carnales y poco de sinceros.

Los besos escondidos, que guardan en su seno,

Alta dosis de miedo, rastros de amor profundo

Y una mezcla de fugacidad y de huella perenne.

Los besos que juegan, a ser solo nuestros.

En esta cama, aunque parecemos ser dos

Realmente somos un poco más,

En tu mirada taciturna, descubro la silueta de esas otras personas,

En tus sueños mutables, en mis ganas de ignorar al mundo.

Cuando creí por fin tenerte,

Me percate de tu ausencia infinita,

De mi olvido por conveniencia,

Y de lo perfecto de tu vida,

Del recuerdo que serias,

De tu mirada, mientras yo con tus manos entre las mías,

Entendí,

Que hay sueños placenteros,

De los que es mejor despertar,

Que aunque creí tenerte,

Estar a tu lado,

Era espacio suficiente

Para no ver claramente tu rostro.

por: julio cesar