Juan Díaz habría madrugado para consignar un dinero en el banco Agrario, había decidido también que su hijo, David, debería acompañarlo.

No eran más de las 8 de la mañana, cuando eso ocurría, todo parecía transcurrir normal, de repente una explosión sacudió al Carmen de Bolívar, los vidrios y las paredes del banco, la alcaldía, la iglesia y la plaza estaban destruidas. De un momento a otro se desestabilizó la tranquilidad del pueblo: las balas, el bullicio y el gimoteo de la gente daban cuenta de su desespero.

Alias “perro flaco” quien fuera comandante del frente guerrillero, venia pensando perpetuar su escalada terrorista en el pueblo desde hacia ya algunas semanas, tan es así que era un rumor filtrado que se paseaba por las calles del Carmen de Bolívar, causando cierto temor en sus habitantes, el líder sindical Eliécer Rodríguez asegura que “era un hecho anunciado”, “perro flaco”, en huida luego de robar el banco, aseguró a los periodistas locales que “la toma fue en represalia por el cobijo paramilitar que el gobierno local le brinda a las autodefensas. ¡Es una cueva de paracos!”.

Por su parte, David, quien apenas tenia 7 años, estaba en el suelo bañado en sangre, su padre sollozante, no se alcanzo a percatar de los hechos, ni siquiera vio de donde provenían las balas, mucho menos se dio cuentan del momento en que David caía al piso, muy seguramente se encontraba distraído y confuso, tratando de entender lo que sucedía, o como todos en el pueblo, con las manos cubriendo su cabeza, con los ojos cerrados y con la cara contra el suelo, evitando ver algo que no quisieran ver. Cuando Juan volvió de su aletargamiento fue para darse cuenta que David, su hijo, había muerto.

En los hechos acontecidos también perecieron Jesús Alzate, párroco de la iglesia, quien en ese momento se preparaba para salir a hacer una visita y Omar Galindo, alcalde del pueblo, que se encontraba realizando sus labores acostumbradas. Hay versiones encontradas el respecto de la forma como murieron, el ejercito, por ejemplo, sindica a las FARC de su muerte, el comandante de la brigada, que repelió el ataque, asegura que fueron asesinados, mientras que “Perro flaco” aseguro en su mensaje de huida, “no atentamos contra la población civil. Las bajas civiles fueron producto de los ataques de los militares y desconocemos si un menor murió”

También hay incompatibilidades de bando y bando en cuanto al total de muertes que dejo el enfrentamiento, Eugenio Macias, Comandante de la IV Brigada, afirma: “Cincuenta de nuestros hombres repelieron el ataque salvaje de más de 200 de las FARC. Dimos de baja a 14 guerrilleros. Desafortunadamente, 6 de nuestros soldados murieron en el combate” mientras que un comunicado elaborado por el frente guerrillero, que incursiono al pueblo, afirma lo contrario, asegura que 14 militares murieron y que ellos tan solo sufrieron 6 bajas.

Por otra parte, y sin alejarnos de lo contradictorio de la situación, en dicho boletín, además de dar su versión de los hechos, también se admite la sustracción de 500 millones de pesos del banco agrario, pero Gustavo Salazar, gerente del mismo, afirma que la guerrilla sustrajo 800 millones, trescientos mas de lo que afirman haber captado como botín de guerra los subversivos.

Ahora, lo único cierto en todo esta confusa sucesión de hechos, ocurridos el día de ayer (18 de sep), es el sufrimiento inevitable del Carmen de Bolívar por aquellos que ya no están, mas aun, el sufrimiento por la muerte de David, un niño, símbolo de la inocencia. Juan, su padre, tendrá que destinar el dinero, que planeaba ahorrar, en los gastos funerarios de su sepelio.

Ricardo Contreras García. T00018128