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Diana llegó a la clínica al mismo tiempo que Lucas. Ella estaba aún viva, pero él, ya había muerto. La confusión se hacía común a todos. La madre de Amparo, un poco consternada, fue quien llevó a Diana a la Clínica y llamó a sus padres. Rocío y Santiago se sorprendieron al ver a su amiga en la camilla sangrando. Santiago preguntó por Amparo y Rocío por su hijo.  

Los médicos anunciaron que Lucas había fallecido a causa de la cantidad de antidepresivos que había tomado. Lo que podía traducirse a una fuerte depresión. Rocío y Santiago, en ese momento, descubrieron cuánto desconocían de su amigo, cuanto lo habían abandonado. Luego de aquella noticia, Rocío decidió salir a buscar a su hijo en casa de los abuelos de Álvaro que se habían quedado con él.

Santiago había enfrentado la muerte otras veces. Cuando sus padres murieron, recibió la noticia por los medios. En ese instante, sintió que vivía una mentira, una historia perversa que alguien estaba inventando. La consecuencia de aquello, fue quedar solo con su hermano mayor quien ya tenía una vida hecha y muchas preocupaciones. Su segunda oportunidad con la muerte, fue con Álvaro. Creyó entonces, que Dios había decidido dejarlo solo, llevándose a todos los que quería. A las personas buenas. Entró en total rivalidad con ese ser divino que nadie había visto. Ahora, con la muerte de Lucas, se sentía vacío. Dueño de nada. Poseedor de un bienestar material que se diluía en la tristeza de sentirse solo.  Sólo podía pensar en su amigo, flotando en la cama.

La mamá de Amparo se acercó a Santiago y le anunció que su hija se había fugado con un empresario que conoció en uno de sus desfiles de moda. Amparo había sido bella toda su vida, y lo sabía. Lo había heredado de su madre. Luego de su salida del colegio, pasó por varias carreras: psicología, ingeniería de alimentos, trabajo social. Pero terminó en el modelaje. Para ese momento, mientras su madre hablaba con Santiago  ella estaba saliendo de la ciudad a un destino incierto. Regresaría luego de tres años, para enfrentar nuevamente a sus amigos.

En la casa de los abuelos de Álvaro, en épocas de colegio, habían celebrado el cumpleaños de su nieto con una gran fiesta. Ellos eran felices con tantos jóvenes rodeándolos, caminando la casa de arriba abajo. Lucas, siempre curioso, se asomó a uno de los cuartos y descubrió  a Santiago y Amparo  besándose con tal deseo que parecían querer fundirse uno en el otro. En ese momento a pesar de saber que ellos mantenían una relación, sintió que el pecho le ardía por un fuego que estaba dentro de él. Álvaro lo encontró en un rincón llorando, se acercó a él y lo acompañó hasta que se calmó un poco. Álvaro estaba sorprendido de ser capaz de entender lo que ocurría con Lucas sin burlarse de él. Después de aquella ocasión, Lucas se refugiaría en el profesor Domínguez y tendría una discusión con Santiago que los alejaría hasta el día del baile de despedida cuando el profesor intentó abusar de él.     

Rocío llegó a la casa de los abuelos de Álvaro  y tocó a la puerta. Hacía tanto tiempo que no iba a ese lugar, que sintió que los recuerdos la invadían. Veía a Álvaro sonreírle en los rincones. Lo veía jugar con Luis, como aquellos domingos en los que iban a visitar y ella sentía que la vida podía ser distinta lejos de su marido. La abuela le tomó la mano y la guió hasta llevarla  al sofá de la sala.

  •           Luis está bien.- Sonrió la abuela. – pero tú te ves muy afectada.
  •      Hacía tiempo que no venía por acá. Recuerdo cuando Álvaro nos traía a mi hijo y a mí.  – las lagrimas recorrieron su rostro- Lucas murió y yo no sabía que estaba tan triste.
  •           Nunca sabemos los laberintos que guardan quienes amamos.
  •           El estuvo en el matrimonio. Estuvo en la iglesia. Hablamos un rato.
  •           Te fue a buscar a ti.
  •           ¿Me cree?
  •           Tienes los mismos ojos de estrellas de mi Álvaro.
  •           ¿Las estrellas? ¿Ud qué sabe de las estrellas?
  •           Las estrellas hija, representan a los príncipes, a los reyes, a los grandes. Pero a veces, las estrellas brillan y se apagan.
  •           No entiendo.
  •       Hay estrellas que brillan por largo tiempo. Pero hay otras que son fugaces. Muchos hombres y mujeres, viven lo suficiente como para dejar su huella en la tierra. Viven con afán, para llenar algo que les falta. Al final, hija, hay quienes encuentran primero que nosotros su misión en la tierra y la cumplen. Alcanzan la meta, alcanza la estrella.
  •           Las estrellas de aquella noche, entonces…
  •           Si. Tú y tus amigos  tienen la condena de los destinos iluminados que pueden ser destinos fugaces.


Rocío en ese momento, sintió que una corriente le bajaba por el cuerpo. Dejó salir cada lágrima y abrazó a la abuela.

  •           Tu hija, estás condenada a recordar. A tener una memoria infalible, como yo lo estoy a soñar.


Rocío salió de aquella casa con su hijo en brazos. En otras épocas, hubiese sido Álvaro quien lo llevara en brazos hasta la casa de Rocío. Pero ya no estaba, por lo tanto ella tomó un taxi y fue hasta su casa para enfrentarse con la soledad una vez más.  

La mamá de Lucas entró a la clínica y se encontró frente a frente con Santiago. Sintió el reproche en la mirada de aquel joven y agachó la cabeza. Se veía vieja y acabada con los años. Santiago le dio la espalda y ella entró a ver a su hijo. Con Lucas, la mujer había sido muy distante. Siempre reprochándole sus gustos, su risa, su forma de hablar. No la satisfacían las calificaciones de su hijo, aunque fuese uno de los mejores del salón. Deseaba un hijo futbolista, no un come libros, escribe poemas, afeminado.

Al día siguiente del accidente, Diana despertó ante la mirada de su madre, que en ese instante estaba sollozando. Diana le sonrió  y agarró su mano. La madre llamó al doctor para informarle lo ocurrido. El accidente le había provocado una fractura de su brazo derecho y algunas contusiones que no debían causar preocupación. Para entonces, el entierro de Lucas había dado comienzo en medio del luto de todos aquellos que lo conocieron. Sus alumnos de la Universidad, llegaron para despedir a uno de sus profesores más brillantes. La universidad, luego de ofrecerle una beca a Lucas, lo había contratado y le habían ayudado a prepararse mejor. Durante esos años, Lucas había escrito una novela que poco antes de su muerte estaba en proceso de edición. Diana lamentó no haber estado con Lucas y se sentía inquieta por la actitud de su madre. La notica que le darían, daría un vuelco a  su mundo. 



Por:  JulioCésar.

2 Sententias:

  1. OMG. COnforme avanza la historia mejoras, no solo la redacción, sino también el contenido de la misma.

  1. Suspenso, suspenso. Soy tu come letras. No me impaciento pero si me pongo ansiosa. Quiero saber más.